A
partir del segundo decenio del siglo XX, por época de Carnaval, la Murga[1]
de Joaquín el de la Paula anduvo actuando durante varios años para sus paisanos
y vecinos de pueblos cercanos, dejando una marcada impronta a su paso. La fama
de esta Murga traspasó los límites del municipio y se extendió por las
localidades aledañas. La celebración de Carnestolendas auguraba un torrente de
nuevas ocurrencias de Joaquín; tanguillos y chuflas que la gente memorizaba y
cantiñeaba en momentos de alegría y ocio. Probablemente esta vertiente de
Joaquín lo hizo más famoso en su época que su faceta de cantaor, puesto que
llegaba a un público más numeroso y variado. Se generó de esta forma una
asociación indisoluble de los tanguillos de Joaquín con el pueblo de Alcalá,
especialmente entre los más jóvenes, más propensos al jolgorio, donde la huella
que dejó fue más marcada por haber memorizado algún que otro tanguillo. Antonio
Mairena, Manolito el de María, Enriquillo de la Paula o Fernando Mairena son
algunos de los artistas y aficionados que atesoraron los famosos tanguillos de
Joaquín. Así lo rememora su hija Hiniesta:
"Mi
padre era el maestro de las comparsas. Hacía las coplas y según fueran las
letras se traía las ropas de Sevilla, de Casa Mellado. Me acuerdo que se ponía con
una batuta delante de los muchachos. Era la atracción del Carnaval. Cada noche
le daban un real. Luego alquilaban un camión e iban por los pueblos ... a
Carmona, Mairena, El Viso, Utrera, ...” [2]
Si
acaso extrañara esta afición por el disfraz y las chuflas de Joaquín Fernández
Franco “El de la Paula” - gitano, pelaor de bestias y cantaor en reuniones de
cabales-, conviene aclarar que la asociación de las comparsas de carnaval con los
escenarios flamencos comienza con la aparición por Sevilla en 1885 de la
agrupación “Las Viejas Ricas” de Cádiz. Viene al caso citar una reseña al
respecto de Fernando el de Triana:
“Estos
bailes (de palillos), y no otra cosa, hasta la aparición de Las Viejas Ricas,
fueron los únicos que alternaron con los cuadros flamencos…”[3]
El
éxito logrado por esta comparsa fue tal, que incluso al gran Silverio
Franconetti le fue muy rentable incluir estas actuaciones en su café-cantante de
la calle Rosario e incluso realizar una gira con esta agrupación en 1886. Posteriormente
continuó incluyendo en su programación a estos cantores de “guasona música”
llegando a contratar en 1988 a la comparsa del Tío de la Tiza “Los Viejos
Corporativos”. A principios del siglo XX, aprovechando el empuje de sus
antecesores, otras agrupaciones carnavalescas obtuvieron un notable éxito en
esta capital:
“Mas sería en los albores del siglo XX cuando
las comparsas del Tío de la Tiza hacen furor en la capital hispalense, sobre
todo a raíz de que en 1905 el coro de Los Anticuarios irrumpiera cantando el
tango de <Los duros antiguos>, lo que explica que hacia 1911 el virus
carnavalesco se extendiera por los pueblos más cercanos, tal que Alcalá de
Guadaíra, donde Joaquín el de la Paula, tan dado al divertimento y las coplas
jocosas y picaronas en las fiestas familiares, se erige en pionero de estas
fiestas paganas a la usanza gaditana” [4]
Antonio
Mairena sitúa la aparición de la Murga de Joaquín sobre el año 1913. Los
recuerdos de Enriquillo de la Paula, el hijo de Joaquín, son más
tardíos, lo que se explicaría debido a su posterior incorporación al grupo,
puesto que nació en 1907 y se integró en la Murga siendo un muchacho:
“Esas
cosas eran de… desde el 20 pal’ante, porque ya luego, cuando llegó el 31 ya no”
[5]
Murga de Joaquín el de la Paula, sobre 1922
Pero ciertamente la agrupación de Joaquín inició su actividad a mediados de la década de 1910:
“La
primera noticia constatable remonta a 1916 la aparición de la primera letra de
comparsa en Alcalá, la de Los Mosqueteros, aunque en l914 está concedido por parte
del Ayuntamiento un premio a los mejores disfraces. Esta comparsa estaba
organizada y dirigida por una de las figuras clave que animó y dio vida,
incluso renombre, al carnaval alcalareño: Joaquín el de la Paula.” [6]
Otro
indicio que apunta a esas fechas es una de las coplas que hace referencia al
alcalde D. Antonio Alcalá y Ortí, quien presidió el consistorio alcalareño de
1904 a 1920.
Comparsa de los Mosqueteros[7]
El presente Carnaval
saludan los mosqueteros
a Don Antonio Alcalá.
Alcalde lo han reelegío
y eso
por algo será.
Disfrazados
de Bandoleros, Moros, Indios o Mosqueteros, la comparsa recorría los pueblos
cercanos, siendo Joaquín el director y compositor de las letras por chuflas y
tanguillos, unas coplillas de extensión variable que llamaban murgas, de tal
forma que, la Murga o Comparsa de Joaquín tenía como repertorio varias murgas,
conocidas como murga del castillo, murga de la calle Benagila, murga de las
flores, murga del torero Martín Vázquez… Las coplillas solían hacer alusión al
motivo del disfraz que llevaban, intercalando letras dedicadas a los
acontecimientos sociales más señalados de ese año, a figuras del mundo del
toreo, alabanzas a las autoridades, motivos patrióticos con ocasión de la
guerra del Rif y referencias a lugares y personajes típicos de Alcalá. La
repetición de soniquetes y estribillos de un año para otro permitía ofrecer un
repertorio extenso y facilitaba su memorización.
“Para
deleite de grandes y chicos, compuso una murga Joaquín el de la Paula, de la
que formaban parte su consuegro Vitorino, el hijo de la Malena, Pepe Carrillo,
el Rerre y varios más. Usaban una guitarra y varios sencillos instrumentos,
tales como canutos de caña tapados en los extremos con papel de fumar, cañas
abiertas por un lado […] panderetas y algún otro <instrumento>, todos
rústicos aunque llevando al ejecutar un gran compás.” [8]
Algunas
personas que conocieron a Joaquín en su edad avanzada, manifestaron que era
analfabeto, y que las letras se las escribía su consuegro Vitorino[9].
En cierto modo, esta creencia enaltecía aún más la figura de Joaquín si se
tiene en cuenta su trayectoria y su enorme influencia en artistas y aficionados
que le precedieron. Una convicción compartida tanto por el cantaor alcalareño
Pepe Castejón, que así se lo manifestó al locutor de radio Manolo Cerrejón,
como por el poeta Manuel Álvarez López, a través de artículos y cartas
publicadas en la revista Sevilla Flamenca a finales de los años 80. Sin
embargo, los hijos de Joaquín; Enriquillo e Hiniesta, siempre afirmaron que su
padre sabía leer y escribir:
“A
mí lo que más gracia me hace es que dicen que no sabía leer ni escribir. Eso lo
han dicho para darle más mérito, pero eso no es verdad. Lo que más le gustaba
leer era la Historia Sagrada... Compraba unas libretas que le costaban una
chica. Escribía todos los días ... Su <escritorio> era un lavadero. Se
sentaba en la única silla que había y se ponía el lavadero boca abajo y así
escribía. ¡Esas letras que sacaba mi padre no hay quien las saque más que él!” [10]
Y
para apuntalar el tema, basta con decir que otro gran alcalareño de su tiempo,
José María Gutiérrez Ballesteros, el Conde de Colombí, abogado de renombre y
escritor, publicó en un artículo lo siguiente:
"Joaquín
era el autor de sus coplas y música, aunque se conocía que el poeta Antonio
Guerra Ojeda le daba un repaso a las letras y el joven y excelente músico
Rafael Fernández Alba le ensayaba dúos al coro. Ambos querían y admiraban a
Joaquín, y a su vez eran muy apreciados por él." [11]
A
lo largo de los tres días que duraba el Carnaval, la Murga de Joaquín no era la
única que deambulaba por el pueblo y por las localidades cercanas,
divirtiéndose y tratando de conseguir unas monedas con sus interpretaciones.
Otras comparsas vestidas de payasos, damas antiguas, hombres disfrazados de
mujer o a la inversa…, también hacían su recorrido por la céntrica calle de la
Mina, ocupada de un buen número de puestos callejeros, desde la Plazuela hasta
El Perejil, deteniéndose en tabernas y lugares apropiados para la actuación.
“Otra
comparsa importante fue la que sacara Narciso el pintor, droguero, años después
y la titulara <Los Aviadores>, una especialidad de moda entonces […]. Pero
la más humilde, mejor murga, la que organizara Paco El Chicho.”[12]
La primera
grabación comercial que contiene los tanguillos de Joaquín el de la Paula, es
la efectuada por el cantaor de Mairena del Alcor, Fernando López Gómez,
conocido artísticamente como Fernando Mairena o como Fernando Porrito
entre sus paisanos, con el sello Pasarela, en el año 1987. La misma senda
lleva por título este doble LP de vinilo, donde Fernando Mairena reproduce con solvencia
unos tanguillos que Manolito el de María dejó impresionados en una
grabación casera de mediados de los sesenta. Posteriormente, con ocasión del
XXXIV Congreso Internacional de Arte Flamenco celebrado en Alcalá de Guadaíra
en 2006, bajo la dirección del guitarrista Niño Elías se editó un doble CD con
cantes extraídos de grabaciones privadas, donde se han podido recuperar algunos
tanguillos cantados por Manolito el de María.
Respecto
a la transmisión oral de las murgas, además de los citados, hay que destacar el
papel señalado que tuvo la comparsa “Los de Joaquín el de la Paula”, un grupo
de entidad variable que desde finales de los años sesenta solía abrir los
Festivales Flamencos de Alcalá con recitados, bailes y tanguillos de la antigua
Murga de Joaquín, transformándose en “Cuadro flamenco” según interesara. Sus
componentes podían variar de una actuación para otra, pero en todo caso
resultaban imprescindibles Enriquillo de la Paula, Manolo El Poeta y Alfredo
Aragón a la guitarra. Otros miembros fueron Manolo Algodón, Mercedes de la
Paula, Antonio y Joaquín Bastián, El Anchillo, Manolo Heredia, Pepe Jiménez El
Mehi, Joaquín El Salto, Juan Barcelona, Platero de Alcalá, Luis El Piñonero,
María la Canastera, Paco Heredia, Alejandro Maya y el guitarrista Manolo
Vargas. Incluso contaron con la colaboración del Maestro García Matos con
ocasión de algún evento conmemorativo.
![]() |
1970, componentes del “Cuadro flamenco” Los de Joaquín el de la Paula |
![]() |
Los de Joaquín el de la Paula, actuación en la discoteca Zalima, año 1975 [13] |
En relación a esta labor de rastreo y recuperación de las murgas, también hay que destacar las versiones que dejó grabadas el Coro del Rocío de Alcalá de Guadaíra bajo la dirección del maestro de música Manuel García Matos, quien probablemente había presenciado en directo alguna actuación de la Murga de Joaquín.
Su participación en exitosos espectáculos de corte español pronto lo acreditan como excelente compositor y director de orquesta. Se traslada a Hollywood y trabaja durante varios años para las productoras Paramount y Metro Goldwyn Mayer. Junto a Lola Flores inicia nuevas giras por España y diversos países americanos; <Todas las películas de Lola Flores llevan mi música> llegaría a afirmar. En 1960, a requerimiento de sus amistades alcalareñas, se prestó a organizar y dirigir el homenaje que Alcalá rindió a su cantaor más emblemático, Joaquín el de la Paula, con la colaboración de la bailaora Tatiana y los cantaores José Menese, Antonio el Sevillano, Platero de Alcalá, Manolito el de María, Manolo Algodón y otros muchos artistas. Regresa definitivamente a España en 1972 con un enorme prestigio a la espalda, recibiendo numerosos reconocimientos como Trianero de Honor o Hijo Adoptivo de Alcalá. En su domicilio de la calle Orellana de Alcalá de Guadaíra, una vez retirado de los grandes proyectos artísticos, los derechos de autor de sus numerosas composiciones le permitieron vivir de manera desahogada. Festivales, Galas Infantiles, acontecimientos musicales diversos y músicos principiantes[15] tuvieron la suerte de contar, durante muchos años, con la colaboración desinteresada del Maestro Matos, que era como se le conocía en Alcalá de Guadaíra, hasta su fallecimiento el 14 de mayo de 1988. Algunas voces autorizadas lo reconocen como el primer pianista flamenco del mundo[16].
[1] Murga -El
vocablo se utiliza, tanto para referirse al estilo musical (cuyo eje principal
es el tanguillo), como al grupo que las canta.
[2] Martín
Martín, Manuel: Joaquín el de la Paula: Rey de la soleá. Revista Sevilla
Flamenca nº25. 1983, pág. 21.
[3] Fernando
el de Triana: Arte y artistas flamencos. Imprenta Helénica. Madrid 1935, pág.
210.
[4] Martín
Martín, Manuel: Alcalá de la soleá, un museo abierto. Ediciones Giralda
SL. Sevilla, 2006. Pág 551.
[5]
Grabación casera “Entrevista a Enriquillo”; Carlos García Gandul y Enrique Gil
entrevistan a Enrique Fernández Vargas (Enrique de la Paula) en su cueva del
Castillo de Alcalá en 1975. La cinta de magnetofón perteneciente a la
desaparecida peña “Joaquín el de la Paula” fue conservada por Manuel Rodríguez
Pallarés.
[6] Alcalá
Semanal, febrero 1986: Apuntes sobre la historia del Carnaval de Alcalá (I)
/ Un auténtico revuelo. Artículo firmado por J. A. Sánchez Míguez.
[7]
Hubo elecciones municipales el 11 de noviembre de 1917, por lo que esta murga
pudo componerse para el carnaval de 1918, aunque no se puede descartar una
fecha anterior.
[8] García
Rivero, Francisco: Crónicas y memorias de Alcalá de Guadaira. Imprenta
Oromana S.A.L. Alcalá de Guadaíra, 2006, pág. 214.
[9] Victorino Fernández Granados, suegro
de Enriquillo de la Paula.
[10] Martín
Martín, Manuel: Joaquín el de la Paula; Rey de la soleá (Entrevista a su
hija Hiniesta), revista Sevilla Flamenca nº 25, 1983, pág. 21.
[11] García
Rivero, Francisco: Obra citada
[12] Alcalá
Semanal, marzo 1986: Mis recuerdos lejanos del antiguo Carnaval en Alcalá.
Artículo firmado por Fco. José Gandul.
[13]
Acto homenaje con motivo del Centenario de Joaquín el de la Paula, en la foto: Enrique
el de la Paula (solista), piano del Maestro García Matos, Alfredo Aragón a la
guitarra, Manolo Algodón, Mercedes de la Paula, Manolo El Poeta de Alcalá,
Joaquín Bastián, El Anchillo, Manolo Heredia y Pepe el Mehi.
[14]
No confundir con el extremeño del mismo nombre Manuel García Matos (Plasencia,
1912-Madrid, 1974) que fue otro reputado músico y folclorista español.
[15]
El guitarrista flamenco Elías Chincoa Alcubillas “Niño Elías” siempre se ha
referido a él como un excelente Maestro al que le tenía gran aprecio.
[16] Vela
Nieto, Ángel: Ricardo Miño. Cincuenta años caminando juntos. Libros con
Duende S.L. Sevilla 2014. pág. 219.