Domingo 10 de enero de 2016, Teatro
Auditorio Riveras del Guadaira lleno a rebosar. Reconocimiento al guitarrista Elías Chincoa Alcubillas “Niño Elías”.
Los aficionados alcalareños siempre
hemos tenido una idea bastante clara sobre quién es el tocaor Elías en el mundo
del flamenco, y lo vivido en el Auditorio este pasado domingo no sólo ha venido
a confirmado, sino que ha superado con creces cualquier apreciación que
pudiéramos tener sobre su gran persona. Instituciones, peñas flamencas, periodistas
y artistas se han volcado en este evento a la hora de hacer presente su
reconocimiento, haciendo partícipes a los aficionados y al público en general. El
Auditorio de Alcalá de Guadaíra se quedó pequeño, lo que ha provocado algunas
críticas sobre la escasa información relativa a la venta de entradas, sobre
todo por parte de los aficionados que venían desde afuera de Alcalá y no han
podido conseguirlas.
Comenzó el presentador Manuel Curao
por hacer subir al escenario a los impulsores de este evento, autoridades y
representantes del Ayuntamiento de Alcalá, de la Diputación, de la Federación
de peñas flamencas y de la Peña la Soleá de Alcalá, y por supuesto al
homenajeado Niño Elías, quien recibió numerosos presentes así como palabras de
admiración y cariño.
A pesar de que Elías tenía preparadas
unas palabras de sincero agradecimiento, el peso de las demostraciones de apoyo
y cariño tan abrumadoras no se lo pusieron muy fácil. Un nudo en la garganta le
hacía difícil hilar el discurso. Emotivo, sencillo, cercano, flamenco,
entrañable, cariñoso a corazón abierto…, terminó por contagiarnos esa presión
en la garganta. ¡Viva el Flamenco y la gente “güena de verdá”!. La imagen lo
expresa todo. Elías de pie aguantando a duras penas el tremendo chaparrón de
aplausos, con la mirada velada por las lágrimas, tratando de agradecer semejante
demostración de afecto a todos y cada uno de los presentes. El Auditorio no se
derrumbó de puro milagro.
El arte flamenco tenía que hacer su
aparición. Dieron comienzo las actuaciones y ya era sobre la una y media de la
tarde. La sesión se planteaba larga, maratoniana, al estilo de los antiguos
festivales flamencos, pero con la diferencia que ya era pasado el mediodía y en
un Auditorio no se puede comer y beber flamencamente mientras se disfruta del
espectáculo. Por cierto que el Festival
Flamenco Joaquín el de la Paula tendrá que volver al Castillo más temprano que
tarde, porque es su espacio flamenco natural y dejar el Auditorio para otro
tipo de actuaciones.
Manolo Franco abrió la tanda, y fue
la única actuación de guitarra solista con lo que creo fue una granaína con aires de malagueña tal vez (no me hagan mucho caso, ese toque tan arrollador me sobrepasa), pero el inigualable ramillete de
tocaores allí presentes también hizo brillar, y mucho, el toque de
acompañamiento; Antonio Carrión, Miguel Ángel Cortés, Joselito de Pura, José
Quevedo El Bolita, Rafael Rodríguez, Manuel Valencia… (Niño de Pura que estaba
en cartel no pudo asistir, al parecer a causa de una pequeña lesión).
Manoli y Elías |
Antonio Pardal, Mario de Alcalá, El Cabrero y Elías |
Las primeras figuras del cante del
panorama flamenco actual quisieron estar presentes en este acto de
reconocimiento; Manuel Cástulo, Pedro el Granaíno, Marina Heredia, El Cabrero,
Esperanza Fernández, Jesús Méndez, Arcángel, Argentina y los bailaores Javier
Barón y David Pérez.
Pedro el Granaíno con Joselito de
Pura no estaban en el cartel pero al parecer, ante la insistencia de Pedro,
afortunadamente se les pudo hacer un hueco en el espectáculo.
Un estupendo fin de fiesta con todos los artistas en el escenario cerró el espectáculo. Todas las actuaciones consistieron en
un derroche de arte, entrega y generosidad. Pero como detalle no puedo
resistirme a destacar, entre todo lo bueno que se vio y escuchó en ese
escenario, la soleá por el estilo de la Roesna que cantó Manuel Castulo con una
letra dedicada a su amigo Elías. Se me vino a la mente una conversación que mantuve
con él, hace ya algún tiempo en la peña La Soleá de Alcalá, siendo Elías el
guitarrista oficial del concurso, sobre lo poco que se cantaban los estilos de
la Roesna y la Jilica en el Concurso de la Soleá de Alcalá, donde los
participantes suelen decantarse por formatos más comunes y poco arriesgados.
Si me pongo a reflexionar y echo
cuentas de las conversaciones que haya podido mantener con Elías (no muchas por
desgracia), me doy cuenta que normalmente él siempre da más de lo que recibe,
habla sin pontificar y acorde a su manera humana y sencilla de ver la vida, pero
los oyentes conocemos y apreciamos el magisterio que le confiere su larga
trayectoria en el flamenco. Un artista, un maestro, un flamenco y un amigo al
que admiro.
Amigo Elías, espero que hayas
disfrutado de tu día, EL DÍA DE “EL NIÑO ELÍAS”
* Gracias al fotógrafo Paco Sánchez, que ha documentado el evento y a la página de Facebook del Teatro Auditorio por compartir las fotos desinteresadamente.
A la salida del Auditorio un grupo de
amigos nos reunimos en La Cochera, había que picar algo y vuelta otra vez a
hablar de flamenco... ¡no tenemos remedio!.
Acabamos reuniéndonos con amigos de
la Peña Flamenca Soleá de Alcalá, local donde no se podía estar más a gusto, y de
donde nos costó Dios y ayuda despegarnos para recogernos cada uno en nuestra
casa. Magnífico día flamenco.
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