Carlos Franco y su esposa. Foto del libro Alcalá de la soleá |
Hace
algún tiempo descubrí entre mis archivos digitales 2 grabaciones realizadas en
disco de pizarra del humorista alcalareño Carlos Franco. Aunque ya había visto
algunos carteles flamencos donde se intercalaban sus actuaciones, mi sorpresa
fue grande porque el dejar una grabación impresa en disco de pizarra no estaba
al alcance de cualquiera, así que me pareció buena idea recopilar y ordenar la
escasa información que se conoce de este personaje de Alcalá de Guadaira.
Manuel Ríos Vargas
en su libro El flamenco y los flamencos de Alcalá, es el primero en dejar
constancia escrita de la existencia de este singular personaje:
“Entre todas estas pequeñas biografías, no
quiero dejar pasar por alto a un gran polifacético alcalareño, cual era Carlos
Franco, y al decir polifacético, no crean que exagero, pues este señor era
humorista, ventrílocuo, cantaba, tocaba la guitarra, así como también la
armónica.
Yo le recuerdo ya viejo y ciego,
acompañado siempre de su mujer, con la guitarra en bandolera, como amenizaba
los bares de Alcalá, cantando y tocando la guitarra, y como al terminar su
actuación pasaba el platillo para recoger unas míseras pesetas con las que
mitigar su estado de clara pobreza.
[…]
Todavía algunos aficionados viejos
locales, recuerdan algunas de sus coplas, como ésta que hacía pasar por Tangos:
Nos metimos en una casa a pribá
y tomamos una borrachera
osú qué barbariá (1)
O
esta otra que cantaba como una especie de comparsa:
Aquí está Carlos Franco
el que toca el pito
que fue a Madrid a un concurso
de
hombres bonitos
Pero al verle el jurado
su fea cara
le pegó siete palos
con una vara
(1) Podemos escuchar esta chufla (tanguillos)
al completo en la grabación extraída de un disco de pizarra:
Manuel Martín Martín
en su libro Alcalá de la soleá, un museo abierto, da cuenta de 3
apariciones en la cartelería flamenca antigua. Lo sitúa en el verano de 1922 actuando
en el cine Miramar, de Chapina (barrio de Sevilla) junto a la cantaora Niña de
Patrocinio, el bailaor El Tumba y la guitarra de Niño Ricardo, y el 24 de
octubre de 1934 de humorista y como “El
amo del salero” en el “Colosal Espectáculo de Cantes Andaluces”, celebrado
en el Teatro Enrique de la Cuadra, de Utrera, y en cuyo elenco figuraron los
cantaores El Carbonerillo, Niño de Utrera, Niña de Chiclana, Niño de la Flor y
Lunita de Fuengirola, además del concertista Franco y las guitarras de El Rubio
de Paradas y el utrerano Curro Ramos.
En
1942 M.M.M. da cuenta de otra actuación en Sevilla, junto a Manuel Vallejo y El
Peluso.
Gracias
a mi síndrome de Diógenes con el flamenco de Alcalá, es decir, gracias a que
colecciono cualquier referencia flamenca del pasado que haga alusión a
cualquier artista flamenco alcalareño, me he encontrado por casualidad con un
cartel de 1943 donde Carlos Franco actúa en el Salón Español de Dos hermanas
(Sevilla) donde el artista principal era Canalejas. A Carlos Franco se le anuncia
como “La personificación de la gracia” y “Caricato musical de éxito”. Probablemente aparecerá algún cartel más en el futuro.
Rafael Baltanás (Rafael Rodríguez Baltanás) nombra de pasada a
Carlos Franco en un artículo publicado en el blog literario http://revistacarmina.es, donde hace
referencia a algunas de sus letras:
“Carlos Franco, el multifacético, tío de la
madre de un cuchillí de época, mi amigo Agustín Olivera Carmona. A este Agustín
le decía su tío abuelo: “Pobrecito mi Agustín/no sé lo que le ha pasao/que
tiene más menos carne/que la cola un bacalao”.
En
otra parte del texto también hace referencia a “los graciosos y evidentes embustes de Carlos Franco…”
[…]
También
recordaba algunas, muy pocas, de las sencillas letrillas que Carlos Franco, el
tío de la madre de Agustín, cantaba por tabernas y callejas y casas de vecinos.
Vamos a transcribir dos variantes de una que dedicó a su sobrino-nieto:
Pobrecito el Agustín,
no sé lo que l’ha pasáo,
que tiene más menos carne
que la cola un bacalao.
Al pobrecito del Agustín
le tenemos que decir,
que tiene más menos carne
que el canasto un albañil.
Y también una que Agustín lo mismo cantaba por
tarantos que por fandangos que por lo que fuera:
Yo entré en un jardín de flores
a comprar un real de puntillas,
y me contestó el sacristán
que estaba haciendo un gazpacho,
¡Ay, pájaro frito, limones agrios!
Agustín salía con alguna de las suyas y ya estaba
formado el alboroto. Era cuando cantaba cosas como esta, recibidas
probablemente de su tío Carlos Franco:
Ay, mira
lo que tengo guardáo
un pico y
una pala
que me l’habían regaláo.
La segunda de las grabaciones en pizarra
es una sucesión de frases pícaras para la época (años veinte o treinta del
siglo pasado) combinadas con música, que Carlos Franco presenta como “monólogo” y que lleva por
título “Parodia”.
https://m.facebook.com/maspapelesflamencos/photos/a.923673721015759.1073741828.923669881016143/1331700173546443/?type=3
ResponderEliminarMuchas gracias, casualmente acabo de ver este cartel en Facebook y ya lo tengo. Gracias de todas formas, ha sido un detalle. No dejes de enviarme cositas como esta. Un abrazo flamenco.
EliminarBuenas tardes. Estoy subiendo toda mi discografía flamenca, entre ella, se encuentra su homenajeado: Carlos Franco.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=yUw4r-ffZ5o
He puesto en el vídeo el enlace de su blog para que todos se deleiten con la información con la que nos brinda. Un saludo. Flamendro (Pedro Moral).