
Sus investigaciones han sido plasmadas en multitud de obras de las que han "bebido" numerosos investigadores de este arte, alumbrando también a todos los aficionados al flamenco.
Nos ha legado una obra inmensa, que se inició en 1963 con la publicación de «Los machos» de Pedro Lacambra en «Dígame» y culminó en 2008 con la edición de «50 años de flamencología». En medio, 24 libros y un corpus de artículos que se han convertido en el «biblia» para aficionados y artistas.
Su legado abruma: más de 300 volúmenes, con un aparte genial, la «Magna Antología del Cante Flamenco» (Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología y Premio Nacional del Ministerio de Cultura). Con sus «Grabaciones Históricas del Flamenco» obtuvo un gran reconocimiento, y ahí queda como obra de consulta imprescindible el «Diccionario Enciclopédico ilustrado del Flamenco».
Descanse en paz, maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario