Después de plantearme varias posibilidades de abordar un comentario sobre el Concurso me ha entrado una pereza horrible después de tratar de aportar algo nuevo a lo leído en el artículo que viene a continuación, y como mi único interés es altruista y no me dedico profesionalmente a esto, me voy a tomar la libertad, creo que en bien de la promoción del Flamenco, de copiar literalmente un artículo de Manuel Bohorquez, periodista del Correo de Andalucía, sobre el Concurso de Cante jondo Antonio Mairena celebrado el viernes 31 de agosto de 1012, para conocimiento de los aficionados alcalareños y del resto del "mundo mundial".
Desconozco si incurro en alguna ilegalidad (creo que no) pero de todas formas no creo que mi desinteresada aportación produzca el más mínimo perjuicio económico en las arcas del citado periódico o en las del autor, a quien sigo regularmente en su Blog "La gazapera".
Ya que lo transcribo literalmente no voy a tener la desfachatez de modificar o comentar ni una sola línea de lo escrito.
Felicidades a los participantes y en especial a los ganadores.
Felicidades también a Pedro Madroñal, presentador del Concurso que recientemente a publicado su primer libro "El arte de saber escuchar", sobre los festivales y concursos de Mairena del Alcor.
Aquí va el enlace y el artículo.
http://www.elcorreoweb.es/sevilla/152599/concurso/cante/jondo/antonio/mairena/2012/manuela/cordero
Manuela Cordero gana el
concurso de cante jondo Antonio Mairena
Manuel
Bohórquez, Mairena del Alcor
Actualizado
01/09/2012 20:33
De izquierda a derecha, el Niño de Gines, Pastora Olivera, Juan Miguel Barquero y Manuela Cordero. (foto de Manuel Bohorquez)
En Mairena
del Alcor deberían de plantearse muy seriamente organizar el Concurso Nacional
de Cante Jondo Antonio Mairena cada tres años, como hacen en Córdoba, porque
acabará muriéndose. La noche
del pasado viernes se celebró la final de su quincuagésima primera edición y
quedó claro, una vez más, que no hay más leña que la que arde; que los jóvenes
que cantan bien no quieren concursos -la mayoría están cantando para bailar-, y
que los que cantan con la lección bien aprendida van sobre todo a por el dinero
de los premios.
En Mairena tienen que tener en cuenta que el certamen lleva el nombre de Antonio Mairena, el hijo más ilustre de este pueblo y una de las figuras más grandes del cante jondo del pasado siglo. Lo de la noche del viernes fue impresentable, y no nos referimos al reparto de los premios, que eso es siempre decisión de un jurado de expertos, sino al hecho de que algunos de los participantes estuvieran en la final y que, encima, se llevaran premios.
A pesar del
bajo nivel de la mayoría de los participantes el jurado no dejó ni un solo
premio desierto, y eso no
le hace ningún favor al concurso, sino todo lo contrario: lo devalúa
totalmente, por mucho que trabaje la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena. Es
lo que está pasando no solo en el histórico certamen mairenero, creado hace
medio siglo, sino en el de La Unión y en el de Córdoba, por citar solo a los
más influyentes.
El certamen
está dividido en cuatro grupos: Premio Antonio Mairena, Premio Casa del Arte
Flamenco Antonio Mairena, Premio Calixto Sánchez y Premio Manuel Mairena. En el
primer grupo se disputaron el premio Manuela Cordero, el cordobés José Antonio
Camino y el Rubio de Pruna.
El jurado se
decantó por la cantaora de Rota afincada en el pueblo sevillano de Alcalá del
Río, que estuvo muy bien por tonás y floja en seguiriyas y soleares. En mi
opinión mereció el premio Rubio de Pruna, quien hizo cosas muy buenas en tonás,
seguiriyas y soleares.En el segundo grupo, dedicado a los cantes de compás,
cantaron la sevillana Inma la Carbonera y el extremeño Juan Miguel Barquero El
Chiqui, recayendo el premio en éste, que fue quizás el premio más escandaloso
de todos. Inma la Carbonera cantó mucho mejor y, además, se tuvo poco en
cuenta su proyección artística, que es indudable.
En el recién
creado Premio Calixto Sánchez no había demasiada competencia. Lo ganó Pastora Olivera en
detrimento de José León Márquez. Pastora aseguró las malagueñas, granaínas y
abandolaos, con una preciosa voz y buen oficio, aunque poca enjundia. El joven
mairenero tuvo problemas en coronar los cantes y estuvo algo nervioso, pero
apunta maneras. Por último, el Premio Manuel Mairena, dedicado a los menores de
veinte años, recayó en Manuel Jesús García. Este premio debió de quedar
desierto.
Es justo
destacar la maestría de los dos guitarristas, Niño Elías y Manuel Herrera. Y,
sobre todo, el arte del bailaor que actuó como artista invitado, El Junco, de Cádiz, quien con el cante de El
Galli y la guitarra de Miguel Pérez, se encargó de demostrar la clase de
bailaor que es. El homenajeado en el concurso ha sido el gran aficionado
Antonio Reina Gómez.
Muchas gracias, compañero. Aprovecho esta tribuna para invitar a la gran afición de Alcalá a hacerse con un ejemplar de este libro que con tanto cariño y pasión he tratado ya que la cultura flamenca de vuestro pueblo es protagonista en la historia del Festival mairenero.
ResponderEliminarDe nuevo gracias y un abrazo