Manuel Cuevas y Miguel de Tena derrocharon poderío de voz flamenca, afortunadamente con pellizco y conocimiento, y también con bastantes alardes que gustaron mucho al público, sobretodo al femenino. Aunque hubo de todo, los dos se recrearon en cantes que les permitieron mostrar las cualidades de sus excelentes gargantas cantaoras. Manuel Cuevas dio comienzo al espectáculo por malagueñas. Me gustaron sus seguiriyas (Tio José de Paula, Marruro y no recuerdo ahora el remate) quizás poco valoradas por un público que estaba más abierto quizás a cantes más ligeros. Para contentar a este sector dio un fantástico homenaje al utrerano Enrique Montoya con una particular versión de "Señorita". Miguel de Tena después de unos tientos-tangos y fandangos, se recogió finalmente por bulerías en los cantes de Vallejo, que domina como nadie. Estuvieron muy bien en general y ambos se llevaron más aplausos que nadie en toda la noche. Señalar la excelente actuación de los guitarristas Manuel Herrera (con Manuel Cuevas) y Marcos Serrato (con Miguel de Tena) que provocaron numerosos y sentidos olés de admiración entre el respetable.
Aurora Vargas es una artista gitana que domina el escenario con poderío y que sabe transmitir fuerza y pasión. Dos pequeños detalles deslucieron un poco su fogosa actuación. Por un lado, su empeño de cantar sin micrófono en un auditorio inmenso donde era físicamente imposible que el sonido llegara a todo el mundo (dado que su actuación se basa en combinar cante y baile por tangos y bulerías, debería haber usado un micro inalámbrico que le permitiera libertad de movimiento), y por otro lado, sus fervorosas soleares, siendo muy buenas para mi gusto se fueron tornando algo "flojas" deslucidas por la excesiva lentitud de su ejecución. A pesar de esto, en general dejó muy buen sabor de boca gracias a su indiscutible entrega en las tablas.
Pansequito y Aurora Vargas con el hijo de Miguel de Tena |
José Cortés "Pansequito" se arrancó por soleares (estilo Pansequito), taranta (estilo Pansequito), fandangos (con sello Pansequito) y bulerías (puro Pansequito). Tiene una voz flamenca que me encanta, pero en honor a la verdad, he de decir que abusa de sus maneras personales en cantes que llega a deformar estructural y melódicamente. Este exceso de "personalidad" en el cante no siempre le resulta favorable. También debería revisar su repertorio de letras flamencas en actuaciones en directo, porque un artista de su talla no puede aparentar que canta enlazando retales de letras (algunos de escasa enjundia) sueltos por su memoria. Quede claro que estas observaciones las hago con todo el dolor de mi corazón en la idea de resultar constructivo. Lo mejor sus bulerías, como siempre, que sus seguidores aplaudimos con muchas ganas. Seguiré escuchándolo sin duda, porque creo que es uno de los grandes del flamenco. La guitarra de Manuel Valencia, que también acompañó a Aurora Vargas sonó de lujo, así como muy flamenco el violín que manejaba uno que Pansequito llamaba como "mi sobrino".
José Mercé es un maestro en estos menesteres. Cantes medidos tanto en variedad de estilos, como en sus escogidas letras y tiempo de ejecución. Simpatía y buen hacer en el tablao, todo parece fácil en el maestro y todo lo hace bien. Malagueña del Mellizo, soleares de Alcalá, de la Andonda, de Triana, fandangos y bulerías cerraron la velada.
Miguel de Tena y José Mercé |
Lo mejor: el pedazo de cartel (muy buenos artistas juntos), el gran aforo del auditorio, la temperatura de la noche, la gente dispuesta a disfrutar.
Lo peor: el empeño de los artistas por cantar sin micrófono (salvo José Mercé, creo), una explanada verde a la izquierda del escenario que funcionó a modo de guardería con niños corriendo y gritando toda la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario