La saeta; INTRODUCCIÓN y TIPOS (del libro La saeta de Alcalá de Guadaíra)
La saeta es el canto que el devoto dedica a
las imágenes sagradas en las procesiones de
Semana Santa. Puede ser un canto religioso alusivo la Pasión de Cristo[1]
o un cante[2]
flamenco o aflamencado donde, además de la temática pasional, se incluyen
letras a modo de piropo o sentido rezo dirigido a la imagen sagrada. Esta copla
adopta la forma métrica de estrofas de cuatro o cinco versos octosílabos donde
abunda la rima asonante.
La palabra
“sagita”, que en latín significa saeta o flecha, expresa acertadamente el
sentido incisivo de esta plegaria cantada. En su acepción literaria tiene el
significado de “dardo que alcanza el
corazón del ser humano”, es decir, el núcleo de sus más emotivos
sentimientos, y esto se aplica asimismo a la faceta religiosa puesto que, en
origen, las saetas primitivas eran duros versos sentenciosos que iban dirigidos
a provocar una reacción en hombres y mujeres, quienes debían arrepentirse de
sus pecados y buscar la confesión. Posteriormente, la apertura de estas
primitivas composiciones hacia la temática pasional propia de Semana Santa, unida
a determinadas prácticas religiosas de las Hermandades, hicieron posible la
aparición de las saetas tal y como las entendemos hoy, donde el canto va ahora dirigido
hacia las imágenes sagradas. Saetas se han cantado prácticamente en toda
España, pero es en la mitad sur peninsular donde han evolucionado y arraigado
con mayor fuerza.
Atendiendo a
su aparición temporal se pueden distinguir los siguientes tipos:
1.- Saetas MISIONALES, también llamadas saetas devotas, espirituales o penetrantes. Son composiciones de dos a cuatro versos pregonados o cantados a modo de salmodia por los frailes misioneros en sus “salidas de Misión” que estaban dirigidas a lograr el arrepentimiento de los pecados cometidos y su confesión. De manera general, estas saetas también trataban de contribuir a la conversión al cristianismo y su consolidación en los territorios que abarcaba el Imperio Español. Fueron de uso común en recorridos procesionales y prácticas litúrgicas en cualquier periodo del año.
a. SAETAS DEL
PECADO MORTAL – Prácticamente se trata de las mismas composiciones anteriores, pero
alternativamente cantadas por una pareja de hermanos de la Hermandad del Pecado
Mortal. Los duros y lúgubres versos que recuerdan la fragilidad de la vida, dirigidos
a lograr el arrepentimiento de los pecados, facilitaron la recaudación de
limosnas, unos ingresos que la Hermandad utilizó para realizar su obra social. Estas
saetas eran el instrumento usado en las rondas callejeras nocturnas por los
llamados “hermanos pecados mortales”.
* Por un error de imprenta en el libro "La Saeta de Alcalá de Guadaíra" se numera con el número 2 a estas saetas que cantaban las hermandades del pecado mortal, cuando realmente son un subapartado de las saetas misionales.
2.- Saetas LLANAS. También llamadas saetas antiguas o viejas, son cantos propios del tiempo de Semana Santa:a. SAETAS DE PASIÓN – Cantos que encierran una narración romanceada de cuatro o cinco versos sobre un hecho real o supuesto de la Pasión de Cristo. Este grupo lo integran las saetas narrativas y explicativas.
b.
SAETAS AFECTIVAS - Cuatro o cinco versos cantados que
expresan alabanza, ruego, pesar o devoción hacia la imagen sagrada que
representa al Cristo o a la Virgen.
2. 3.- Saetas FLAMENCAS – Fueron
llamadas “saetas nuevas o modernas” a principios del siglo XX, por proceder del
aflamencamiento de las “saetas viejas o antiguas”. Se trata de una saeta melódicamente
evolucionada que partiendo de la misma estructura, cuatro o cinco versos
octosílabos, ha aumentado el número de versos cantados (por repetición de
frases), se ha alargado la duración de los “tercios” o frases musicales, se han
incorporado los “ayeos” típicos del flamenco y en general, se han incrementado
los adornos musicales como melismas y vibratos.
[1] “…cancioncillas
que tienen por principal objeto traer a la memoria del pueblo, especialmente en
los días de Jueves y Viernes Santos, algunos pasajes de la Pasión y Muerte de
Jesucristo” Sbarbi, José Mª y Antonio Machado y Álvarez “Demófilo”: Las saetas. Ediciones Demófilo.
Córdoba ,1982 (1880). p. 23.
[2] En el arte flamenco se usa la palabra “cante” en sentido general y también al referirse a los diferentes palos o estilos en particular; en cualquier caso, sirve para hacer una distinción respecto de los “cantos o canciones” no flamencas.
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