martes, 12 de febrero de 2013

Anécdotas flamencas: Picoro de Alcalá

José Brea Ortíz, Picoro de Alcalá

Picoro de Alcalá fue uno de esos personajes entrañables de Alcalá de Guadaira que se ganaba la vida con el cante y las juergas. Procedente de la Puebla de Cazalla donde nació en 1922, vivía en Alcalá desde los 2 años de edad. En su juventud llegó a trabajar en la Sala olimpia de Sevilla junto a figuras como El Carbonerillo y Manolo Fregenal, y llegó a realizar una gira con la compañía de Manuel Vallejo.

Aquí van unas alegrías suyas:
http://youtu.be/EvgZ3QoyQfo

Del Picoro se recuerda su ingeniosidad y las bromas que frecuentemente solían gastarle sus compadres. Una de ellas fue perpetrada por sus compadres de Morón; Juan Manuel Guerra y Juan del Gastor, quienes lo convencieron para cantar en la peña flamenca "El Gallo", pero actuando de "figura", aunque antes de él habría otra actuación.
El local estaba a rebosar porque resulta que actuaba Antonio Mairena, pero al Picoro no le importó porque él finalizaría la actuación, así que sólo era cuestión de esperar en el camerino. Aquella noche Mairena se encontraba a gusto y no paraba, soleares, seguiriyas, alegrías, bulerías... una hora y otra para disgusto de Picoro que esperaba dar el campanazo final con su actuación.

Aprovechando un pequeño receso de Antonio, y como la paciencia tiene un límite..., Picoro se acercó a Antonio Mairena y le espetó;
-"Oye Antonio, a ver si terminas de una vez que llevo dos horas esperándote..."-
¡Imagínense la guasa!, ¿Quién se ha atrevido a decirle eso a Mairena?


lunes, 4 de febrero de 2013

El flamenco como a mí me gusta


Manolo Caracol y Eugenio Salas "Niño de los Rizos" (foto del Blog Callejón del Duende)


Poco más tarde, tras una cierta dispersión y una pequeña caravana de coches, llegamos a la Venta de Vargas, la sonora Venta de Vargas. Allí, en San Fernando, escuché por primera vez cómo canta Camarón de la Isla, al que ya entonces precedía su fama. Recuerdo una habitación grande, gentes sentadas en espacioso semicírculo; Melchor de Marchena, oscuro, silencioso, bebiendo con delicadeza; María Vargas, radiante y sosegada, cantando una hora y otra, a palo seco; Paco de Lucía, sin guitarra (aquella noche la imprevisión sólo trajo desde Cádiz una guitarra, la de Melchor, y la hacía sonar el Niño de los Rizos en otro lugar de la Venta), escuchaba a María de una manera concentrada.

Camarón de la Isla
Paco de Lucía
En otra habitación, ese «Caruso de las cavernas» al que nombramos Manolo Caracol canta fandangos «por medio », subiendo constantemente el tono, alzando sin cesar la cejilla en el mástil, siguiendo —y alcanzando— la voz fresca del casi un niño Camarón de la Isla. El Niño de los Rizos les acompaña a la guitarra, y con una especie de dolor feliz escuchamos Francisca Aguirre, Carmina Martín Gaite, Rancapino, Fernando Quiñones y el que ahora rememora esa gloria sanguinolenta, aquel cataclismo armonioso. Cierro los ojos y veo de manera muy nítida el gesto parsimonioso y absoluto con que Manolo Caracol toma sorbos de vino.
Melchor de Marchena

Se le juntan las letras de fandango en la boca, las historias nefastas o brutalmente solidarias que cuentan esas letras con una escandalosa sencillez, esas letras misteriosas y reventonas como la barriga de las embarazadas.


María Vargas
Caracol nos mira sin vernos, cabecea para recordar, toma su necesario sorbo y alarga el vaso silenciosamente para que alguien le ponga otra cinta de vino, manotea con tensa suavidad, desvariado, escuchando con bravura los fandangos de Juan de la Vara que Camarón edifica ladrillo a ladrillo, o levantando él mismo en una mezcla de Gaudí y Dostoievski edificios inverosímiles en donde la desgracia y la caridad se juntan con una voz destrozada y eterna para protestar por ese dolor como jamás tal vez ningún ser quizá de la Tierra lo hizo con tanto corazón sin embargo.

Tenemos el vello de los brazos de pie, bebemos muy despacio y con cierta furia fantástica, descansamos eléctricos al borde de la silla, acusamos cada bordonazo o cada pirueta del compás y contenemos la respiración mientras que dura un tercio. Nada de lo que ocurra o se diga en este instante en esa habitación será mentira; si ese limosnero embrujado dice que

«Cuando a ti te apartaron /

 de la verita mía /

a mí me daban tacitas de caldo /

y no las quería»

quiere decir exactamente que le daban tacitas de caldo y no las quería. Aquí no se miente. En uno de esos gritos, en uno de esos documentos con que Caracol hoza en el origen del dolor o del amor como hoza un animal sediento por entre las ausencias del barro, oigo una voz llena de tiemblo que susurra… Es un dios.
 
"Memoria del Flamenco" de Felix Grande

 

miércoles, 23 de enero de 2013

Joaquín el de la Paula; ¿era analfabeto?

Joaquin el de la Paula
Joaquín el de la Paula, su nombre verdadero era de Joaquín Fernández Franco, nació en Alcalá de Guadaira (Sevilla) en el año 1.875 y murió en Sevilla en el año 1.933, cantaor gitano tío de dos grandes del cante; Juan Talega y Manolito el de María.
Joaquín el de la Paula fue transmisor y  también creador de las famosas Soleares de Alcalá, que se cantaban en el seno familiar de los Gordo de Alcalá, donde todos cantaban y bailaban.

En los albores de la Flamencología se publicaron numerosos escritos de estudiosos y aficionados "de élite" que habían tenido multitud de vivencias dentro del mundillo flamenco. Las polémicas eran inevitables y retroalimentaban nuevos estudios y publicaciones que tenían por objeto el desmentir anteriores noticias aparecidas en libros, revistas o medios de comunicación. Además, había una "honrilla" que mantener por parte de los aludidos.
Este fue el caso de la disputa entre Paco Vallecillo y Manuel Alvarez Lopez (conocido en Alcalá de Guadaira como Manolo Jaro) al hilo de una entrevista que realizó el periodista Manuel Martín Martín a Hiniesta, la hija de Joaquin el de la Paula, publicada en la revista Sevilla Flamenca en 1983, en la que Hiniesta afirmaba que su padre sabía leer...
Lo curioso es que 10 años antes el hijo de Joaquín, Enrique el Negro, o Enrique el de la Paula, o Enriquillo como se le conocía en Alcalá de Guadaira hizo unas declaraciones en un programa de la serie de televisión Rito y Geografía del Cante (1971 a 1973) donde afirmaba tajantemente que su padre sabía leer y escribir perfectamente (esta observación me la hizo mi amigo y gran aficionado Fernando Moreno Gandul). Al parecer el testimonio de su propio hijo no fue determinante porque la polémica continuó.
En este enlace podemos oir a Enriquillo

http://youtu.be/38glASxrdk4?t=4m

Pero vamos por partes:
Paco Vallecillo Pecino
Paco Vallecillo era un estudioso del flamenco, un gran aficionado y amigo personal de Antonio Mairena, asesor de la Junta de Andalucía en materia de flamenco durante los años 80, fundador y promotor de  la revista "Flamenco" que donó gran parte de su biblioteca personal (casi 700 volúmenes) al Centro Andaluz de Flamenco.


Manuel Alvarez Lopez
Manuel Alvarez López era escritor y poeta, nacido en Alcalá de Guadaira. Publicó 3 libros de poesía y diversos éstudios sobre el flamenco de Alcalá. Conferenciante y orador nato estaba dotado de una excelente memoria. A su favor contaba con una cierta proximidad con el legendario cantaor y su entorno al ser vecinos del mismo pueblo.


Este es el recorte de la entrevista de Manuel Martín Martín a Hiniesta, hija de Joaquín, en la citada revista.
Manuel Martín Martín afirma en su excelente y enciclopédico libro sobre el flamenco alcalareño Alcalá de la Soleá lo siguiente:
"Por más que llegara a ser cabo de cocina ya que era un "hombre leído", como se decía por entonces, Joaquín enfermó de malaria..."
José Manuel Díaz Ríos y Manuel Martín Martín

Después de ver la luz esta entrevista no he podido encontrar la alusión u ofensa que hizo Paco Vallecillo al poeta alcalareño, quien afirmaba que Joaquín el de la Paula era analfabeto, pero aquí va la réplica de Manuel Alvarez publicada en cartas al director en la revista Sevilla Flamenca nº 62; "Carta abierta a Don Francisco Vallecillo".

Hiniesta Fernandez, (foto del libro Alcalá de la Soleá)
Murga de Joaquin el de la Paula (en el centro con gafas)
Otro alcalareño de su tiempo, José María Gutierrez Ballesteros, el Conde de Colombí, publicó en un artículo lo siguiente:
"Joaquín era el autor de sus coplas y música, aunque se conocía que el poeta Antonio Guerra Ojeda le daba un repaso a las letras y el joven y excelente músico Rafael Fernandez Alba le ensayaba dúos al coro. Ambos querían y admiraban a Joaquín, y a su vez eran muy apreciados por él."
Extraido del libro "Crónicas y memorias de Alcalá de Guadaira" de Francisco García Rivero

Por otro lado, gracias a mi amigo el cantaor alcalareño Antonio Hermosín Solís, poseo una grabación de un programa de radio (desconozco los detalles) en el que se entrevista a Pepe Castejón y Manolo Jaro. Pepe Castejón era un cantaor aficionado local que conoció a Joaquín el de la Paula y dice literalmente:
-...yo conocía a Joaquín de toa la vida... ya ves si yo conocía a Joaquín de toa la vida que íbamos catorce allí a... porque él sacaba muchas letras, aunque no sabía hacer la o con un canuto, pero sacaba muchas letras, sabes, y nosotros íbamos allí..., que por cierto me acuerdo una vez que cogimos más de catorce toneladas de piojos allí en la cueva de Joaquín... pero él no sabía...pero él tenía un cuñao que le escribía las letras...-

La mujer de Joaquín se llamaba Caridad Vargas Carrillo, "La Cholona", hija de la Malena. Es posible que este "cuñao" al que se refiere Pepe Castejón pueda ser el que Curro García Rivero llama en el libro "su consuegro Vitorino, el hijo de la Malena", que también formaba parte de la comparsa, aunque está en un error al decir que era hijo de la Malena. Victorino Fernández Granados (Vitorio) era primo de Joaquín y suegro de su hijo Enrique. El hermano de Caridad "La Cholona" era Paco el de la Malena, camarero de profesión a cuya casa asistían en ocasiones la familia Pavon (La Niña de los Peines y Tomás).

Opinión personal:,
Creo que es muy probable que Joaquín el de la Paula supiera escribir al menos rudimentariamente debido a su afición a componer letras. Para mí es inconcebible que no conociera absolutamente nada de escritura un hombre que participó tan activamente en la composición de las letras que cantaban las murgas o comparsas de carnaval, cosa que era conocida en el pueblo, y también se sabía que componía las letras de los cantes flamencos (soleares) además de otros versos dedicados a personajes del mundo del toreo... por ejemplo.
También creo que es muy probable que sus conocimientos de escritura fueran escasos y tuviera muchos reparos en dar a conocer su caligrafía fuera de su entorno, como le pasa a muchas personas mayores.
Otro dato relevante es que Joaquín alcanzara el empleo militar de Cabo (de cocina) en la Guerra de Cuba porque si hubiera sido analfabeto total, no lo habría logrado.
El testimonio de los hijos de Joaquín (Enrique e Hiniesta) debería haber zanjado el tema pero como en este mundillo se han dicho tantas falacias... y nos gusta tanto una polémica...
El poder desliar algunas "madejas" es un lujo que todavía nos podemos permitir algunos humildes aficionados a poco que se escarbe en algún detalle de la cada vez más conocida historia del Flamenco.

lunes, 21 de enero de 2013

Anecdotas flamencas: Antonio Mairena y Chocolate

Pepe Torre, Chocolate, Antonio Mairena y Pepe Pinto


(Manuel Bohorquez, periodista)
Y entonces me contó una anécdota que le ocurrió con Antonio Mairena en la localidad sevillana de Villanueva del Ariscal. Mairena no era todavía muy conocido -eran los años 50-, pero ya le gustaba cantar tonás en los pueblos, demostrar su pureza. Cuando acabaron de cantar un poco de todo, le dijo a El Chocolate: “Antonio, ahora vamos a cerrar con un mano a mano por martinetes, si te parece bien”. Le dijo varias veces que no, “que esos cantes son para cuatro; que aquí lo que gustan son los fandangos, Antonio”, le insistió El Chocolate. Pero el de Mairena dio tanto la tabarra, que lo hicieron. “Distinguido público -dijo Mairena-, después de los fandangos y los aires festeros, Antonio y yo, siendo sabedores de lo que gusta aquí el cante grande, el cante gitano-andaluz, queremos despedirnos con una ronda por tonás”. Según me contó Chocolate, cuando Mairena acabó de decir eso, el público comenzó a silbar y a tirar sillas al escenario. “Tuvimos que salir de allí por patas, por medio de los olivos, y llegamos a Gines, por lo menos”, contaba el de Jerez con mucha gracia. “Antonio Mairena era muy pesao con lo del cante gitano; esos cantes son para los aficionaos, para un cuarto”, solía decir Chocolate.

Anecdotas flamencas: Paco de Lucía

Camarón con Paco de Lucía

Paco de Lucia, entrevista 1971 en “La Nueva España”

 …para vivir de verdad flamenco hay que estar muy borracho, en una habitación y con pocos amigos.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Concurso Solea de Alcala, Finalistas






Finalistas del XX Concurso de Cante Flamenco Soleá de Alcalá.
Ganador Grupo 1: Manuel Aguilera Garamendi
1.200 Euros, Placa y contrato para dos recitales organizado por la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla.

 
Accésit 1 -Tamara Aguilera Garamendi
accésit de 200 Euros.
 
Ganador Grupo 2: José León Romero “José de la Mena”
1.000 Euros, Placa y contrato para Recital Flamenco en la Peña, valorado en 300 Euros

 
Accésit 2 - Moisés Martínez Vargas
accésit de 200 Euros.
 
Ganador Grupo 3: Antonio Haya Morales “El Jaro”
800 Euros, Placa y contrato para Recital Flamenco en la Peña, valorado en 300 Euros.

Accésit 3 - Jesús León Márquez
accésit de 200 Euros.
Guitarristas oficiales: Elías Chincoa “Niño Elías”
                                        Juan Manuel Flores
Sábado 1 de diciembre 22:00 horas
Peña Flamenca Soleá de Alcalá
Alcalá de Guadaíra (SEVILLA)

domingo, 11 de noviembre de 2012

En defensa de Antonio Mairena


Aunque a estas alturas Antonio Mairena, el Maestro de los Alcores, no necesite ninguna defensa me parece interesante mostrar algunas opiniones que ayuden a comprender su posición ante el flamenco y la vida en general, sobre todo para quienes siguen escribiendo con cierta malicia sobre su obra, que aunque impefecta, fue lo mejor que se escribió sobre flamenco en su tiempo y siempre será un referente para todos los estudiosos de este arte y aficionados en general.
Aquí van unas líneas de una conferencia de Luis Soler en el Ateneo de Madrid, 1995. Para mí resultan bastante reveladoras.

"Antonio Cruz García comprendió desde muy joven, y creo que como nadie, todo lo que encierra la tradición, su respeto y sensibilidad a las fuentes de la cultura y a sus orígenes. Se podrá afirmar sin temor a equivocarnos que el maestro de los Alcores fue un amante de la tradición. Ello le llevó a revivir los cantes de muchos cantaores cuyos metales, la guadaña de la historia sepultó y condenó al silencio. Tal vez por ello nunca atesoró para él ni tan siquiera un sólo cante, un sólo estilo, un sólo tercio. Para él todos tenían sus dueños.
¿Podía ser esto un exagerado ejercicio de modestia y de humildad? Es posible, pero para él fue más que nada un obligado acto de justicia, el reconocimiento a legendarios cantaores gitanos del siglo pasado y, cómo no, su homenaje a siglos de rechazo y desesperación sufridos por su raza. De ahí también lo de cante gitano-andaluz. Esa posición se entiende, aún más, si se goza de una especial sensibilidad con el mundo de los oprimidos y de los marginados.  En definitiva con aquéllos que más sufren."

LOS TANGUILLOS DE JOAQUÍN EL DE LA PAULA (I)

  A partir del segundo decenio del siglo XX, por época de Carnaval, la Murga [1] de Joaquín el de la Paula anduvo actuando durante varios a...